Ganar perdiendo
El domingo hubo elecciones en España. Ganó la derecha, pero no le alcanzan los votos para formar gobierno. La izquierda resiste. ¿Quién será el nuevo presidente de España?
Saludar. Hoy vamos a repasar las elecciones de España, después de unos comicios con alta participación por correo y en específico desde Argentina, donde el PSOE obtuvo la delantera. Sin embargo, en el escenario nacional fue diferente. ¿La mayoría de los votos del pueblo es suficiente? En un sistema parlamentario no.
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Elecciones en España
El domingo hubo elecciones generales en España. El pueblo votó candidatos a parlamentarios, que son los que ahora tienen la tarea de armar coaliciones hasta conseguir la mayoría absoluta con 176 votos. O sea los votos necesarios para que el Parlamento en su conjunto apruebe el nuevo gobierno. Y aunque en el diario del lunes vimos el triunfo de la derecha, parece que a su principal candidato, Alberto Núñez Feijóo, le está costando conseguir los porotos para tener mayoría. Si no lo logra él o el actual presidente Pedro Sánchez, líder del PSOE, se repetirán las elecciones generales.
Sin embargo, hay un round dos: si el presidente propuesto no obtiene los votos, puede someterse a una nueva votación en la que solo necesita mayoría simple. Este fue el caso del actual presidente Pedro Sánchez.
Los resultados en números.
Por la derecha, el Partido Popular consiguió 136 escaños, con un tercio de los votos: un crecimiento descomunal desde las elecciones de 2019 cuando obtuvo solo 89 bancas. Le sigue el Partido Socialista Obrero Español, de centroizquierda, al que pertenece el actual presidente Pedro Sánchez, que obtuvo mejores resultados de lo esperado y quedó cerquita del PP con 122 bancas. Esto mismo le pasó a Sumar (ex Podemos), la coalición de partidos de izquierda que forma parte del gobierno del PSOE, que se hizo de 31 escaños con el 12% de los votos. Por su parte, el ultraderechista Vox mantuvo el tercer lugar pero perdió 19 escaños en relación a su posición anterior. Algo que le vino pésimo al PP, porque nisiquiera en alianza con la ultraderecha alcanza la mayoría absoluta para formar gobierno.
Los que sacaron menos bancas, que pueden ser claves en este momento, fueron: Los autonomistas catalanes Esquerra Republicana de Catalunya y Junts per Catalunya, con 7 bancas cada uno, y los vascos: Euskal Herni Bildu y el Partido Nacionalista Vasco, que se obtuvieron 6 y 5 bancas respectivamente.
Con estos números, ningún partido ni coalición tal como al conocemos alcanzó la mayoría necesaria para formar gobierno. Así que ahora empieza el juego de las negociaciones. Si no logran formar gobierno, el proceso electoral se repite hasta que los parlamentarios alcancen un consenso mayoritario.
Unos porotos para MATE
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El amague de la derrota
La noche del domingo, Sánchez dio un discurso desde el bunker del PSOE en Madrid en el que destacó el crecimiento de votos del partido desde las elecciones de 2019 y dijo:
“Aquellos que planteaban el machismo, el retroceso en derechos y libertades han fracasado, el bloque involucionista del PP con Vox ha salido derrotado, somos más los que queremos que España avance”
Los resultados de la izquierda fueron sorpresivos, ya que en las elecciones autonómicas de mayo la coalición de gobierno quedó muy debilitada. El lunes siguiente a esos comicios, el presidente decidió adelantar las elecciones generales de diciembre para julio, con el objetivo de no perpetuarse en un gobierno sin legitimidad.
Desde entonces, Sánchez se sumergió en una intensiva campaña por el territorio, para reafirmar logros de su gobierno como la reforma laboral y el salario mínimo y una agenda más social y cultural. Además, la premisa de que una derrota del PSOE se traduce en una victoria de la ultraderecha, fue una gran motivación para incentivar el voto de electores más progresistas o de izquierda que en 2019 no se presentaron, ante la premisa de que el PSOE era demasiado moderado.
Empezó el baile
Con los escaños repartidos entre los partidos, empiezan las negociaciones. Aunque la derecha obtuvo la delantera, si la izquierda obtiene los votos suficientes a través de alianzas, Sánchez podría encabezar un nuevo mandato presidencial.
El PP pensaba que salía ganando cómodo. Y que en última instancia, formaría una alianza con Vox para lograr la mayoría. Pero ante los resultados que sacó la izquierda, al PP no le alcanzan los votos ni solo ni con Vox. Ahora, debe buscar nuevos horizontes, pero no es una tarea fácil: si quiere mantener el apoyo de Vox, deberá resignar alianzas con partidos autonomistas que no están dispuestos a compartir coalición con un partido nacionalista de extrema derecha, que desconoce la autonomía regional del País Vasco y Cataluña. Feijóo la tiene difícil.
Por su parte, si Sánchez logra el apoyo de Junts por Catalunya se acercaría mucho a los votos necesarios. Una alianza que ya cuenta con otros cuatro independentistas y Sumar.
Sin embargo, la candidata de Junts, Miriam Nogueras, dijo que no apoyarán un nuevo gobierno de Pedro Sánchez. El partido independentista busca poner sobre la mesa un nuevo referéndum sobre el estatus de la comunidad autónoma. Si Sánchez aceptara discutir esa iniciativa, quizás podría sentarse a negociar con Nogueras.
De todas formas, si llegara una segunda instancia, podría prescindir de su apoyo para alcanzar una mayoría simple.
Lo que sabemos por ahora es que Sánchez desplegará todos los esfuerzos posibles para ganarse el apoyo necesario para conseguir los votos y renovarse en la presidencia.
Estas últimas especulaciones no son de mucho agrado para Feijóo, que sostuvo que como su fuerza ganó las elecciones generales, le corresponde formar un gobierno con ellos a la cabeza. Y agregó:
“Lo que hay por delante no será fácil pero sí ilusionante; seré responsable, con la confianza mayoritaria de los españoles y con este país, y ojalá el resto de las fuerzas políticas lo sean con el PP”,
La dificultad para desplegar alianzas que enfrentan las dos principales fuerzas políticas de España pone sobre la mesa un tablero poco predecible. Los próximos días son cruciales. De no conseguirse el consenso necesario, habrá un nuevo round a finales de año.
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Viole.
Desde España creo que lo útil fue Sumar que agrupó a varios partidos de izquierda y que Vox, con su radicalidad, impide al PP aliarse con cualquier partido nacionalista, ni PNV, que es nacionalismo vasco de derecha, quiere nada con Vox. Así que nos libramos por ahora. Además, siempre que aumenta la participación, como en este caso, se moviliza mucho más el electorado de izquierda que de derechas.
❤️💛💜
✊🏼❤️🙌🏼
Buenisimo! Saludos desde Montevideo!