Life in plastic
No es fantástica. Empezaron las negociaciones para un Tratado de Plástico Global, en Francia. Charlamos con Mijael Kaufman, de Consciente Colectivo, desde Paris.
Saludar amigues. ¿Cómo están? Hoy vengo con un tema bastante desolador y uno de los problemas más visibles de la contaminación: los plásticos. Una persona promedio ingiere al menos 5 (CINCO) gramos de plástico por semana. O sea lo equivalente a una tarjeta de crédito.
En este marco comenzaron las negociaciones en Paris, Francia por un Tratado Global de Plásticos. Desde allá, el abogado y activista de Consciente Colectivo, Mijael Kaufman, nos cuenta cómo viene la cosa en general y para América Latina.
Plásticos por doquier
Empecemos con unos datulis sobre por qué necesitamos un Tratado Global de Plásticos que regule la producción, el uso y la gestión de los residuos de manera coordinada internacionalmente.
Los plásticos liberan moléculas químicas que dañan la naturaleza y consecuentemente a los animales y humanos que la habitan.
Los microplásticos están en el agua, los alimentos, en el aire, insectos y animales. En resumen: en todos lados.
El consumo de microplásticos puede afectar a la fertilidad, la actividad hormonal, metabólica y neurológica.
Solo se recicla un 9% de los plásticos producidos a nivel global y la quema abierta de éstos contamina el aire.
Los residuos plásticos se acumulan en todos los ecosistemas pero especialmente en el agua, donde afectan la vida marina de manera brutal
La acumulación de plásticos desechados forma islas de plástico enormes. Actualmente hay siete distribuidas por todo el mundo.
[Para armar este listado revise informes de: ONU, Potenciar, Unplastify, Endocrine Society, Ecologistas en acción, además de un artículo de la ecóloga Carolina Monmany Garzia]
Bonus Track
En una de las rutas del plástico, se encuentra Rapa Nui, Chile. Y saben quien hizo un documental sobre la situación allá? Nuestra queridísima Ivana Szerman! Lamentablemente ya no está disponible el docu completo pero tienen los extras por si quieren más información de la mano de la mente maestra detrás de Mate.
Cualquier diplomacia es mejor que ninguna diplomacia
En marzo de este año, la Asamblea de Naciones Unidas para el medioambiente emitió una resolución firmada por 175 países para elaborar un tratado internacional sobre plásticos legalmente vinculante para finales del 2024.
A ocho años de la firma del Acuerdo de París, comienzan en la misma ciudad las negociaciones para el nuevo tratado, que promete incluir el ciclo de vida completo del plástico: desde su diseño y producción hasta su eliminación.
La ONU estima que si el mundo transicionara hacia una economía circular podríamos reducir: un 40% los plásticos en los océanos para 2040, un 55% la producción de plásticos virgen y un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los gobiernos podrían ahorrar 70.000 millones de dólares y crear 700.000 puestos de trabajo adicionales.
Claro que este escenario implicaría la plena y voluntaria colaboración de todos los gobiernos y partes involucradas y la abolición del lobby.
Pero en la realidad, las negociaciones son mucho más ásperas de lo deseado.
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Desde París, Mijael.
Mijael Kaufman es abogado y activista de Consciente Colectivo. Es Representante Electo del Público para el Acuerdo de Escazú y milita temas socioambientales en el plano nacional e internacional.
Para este newsletter, contestó algunas preguntas desde París, Francia, donde está las negociaciones de un Tratado Global de Plásticos como representante de Consciente Colectivo.
VIOLE: ¿Quiénes están participando de las negociaciones y las alocuciones además de los Estados? ¿Empresas transnacionales, científicxs y delegados de organizaciones ambientalistas o de la sociedad civil participan de manera activa? ¿Pueden influir o intervenir en las negociaciones? ¿Quiénes se oponen al tratado o no colaboran a que avancen hacia sus formas más radicalizadas? ¿Cuáles son sus argumentos?
MIJAEL: Acá estamos participando organizaciones de sociedad civil, empresas, coaliciones del sector privado, ciéntificxs y especialistas técnicxs. Pensar y responder si desde las organizaciones de sociedad civil podemos influir es una pregunta (y respuesta) complicada. Como organización argentina, uno de nuestros principales objetivos es incidir a nivel regional entendiendo la importancia de Grupo América Latina y el Caribe (GRULAC). Eso implica una sociedad civil sólida, organizada y que trabaje en pos de los mismos objetivos y con claridad en lo que queremos y en lo que no.
Al mismo tiempo el estar acá genera un poco más de equilibrio en la ya existente y enorme desigualdad de poder entre las industrias y nosotrxs. Su presencia masiva y con estructura (y recursos) hace que sean decenas los lobbystas que están en los pasillos incidiendo en las posturas regionales-nacionales. Al mismo tiempo hay posturas nacionales que se basan en las posiciones del sector privado, o inclusive integrantes de dichas industrias conforman las delegaciones de los países. Abro otra pregunta, ¿qué pasaría en estos espacios si, fuera de las delegaciones, estuvieran solo las industrias? Y redoblo la apuesta, ¿qué pasaría si quienes están fuera de los países son quienes son los principales responsables para que estemos donde estamos?
En la página del Programa de Ambiente de Naciones Unidas, están disponibles los documentos de posición expuestos en la cumbre.
Entre ellos el del Grupo América Latina y el Caribe (GRULAC):
“El GRULAC considera que el enfoque de derechos humanos, consideraciones con un enfoque de género, la transparencia, el acceso a la información y la colaboración entre los gobiernos, la academia, las industrias y la sociedad civil, son primordiales para negociar e implementar estas estrategias con éxito, teniendo en cuenta los principios de transición justa para los trabajadores, especialmente los recicladores, en la producción, el embalaje, la recolección y el reciclaje de plástico, para no dejar a nadie atrás, especialmente a los grupos más vulnerables y los más afectados por la contaminación plástica.”
V: En los medios se informa que el tratado sería vinculante. ¿Qué cambió desde otros tratados ambientales no vinculantes a este? ¿Cuáles son los principales ejes de la cumbre que se discuten en Paris esta semana?
M: Lo que se busca con este potencial Tratado es que sea jurídicamente vinculante, sobre todo, la principal diferencia con el Acuerdo de París es que en este caso se busca que haya obligaciones y sanciones, lo que daría otro empuje para la potencial implementación del Tratado.
V: ¿Aparecen en las discusiones las asimetrías Norte-Sur y el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas?
M: En estos días nuevamente confirmamos la enorme brecha entre Norte y Sur. Aún sin querer "caer" en algo sabido y constante, debo admitir que me alarma haber escuchado poco el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas. Necesitamos reconocer y levantar la bandera de que no todos los países tenemos la misma responsabilidad, aún así eso no implica que todos los países hagan y se responsabilicen sobre esta serie de problemáticas que vivimos en torno a la contaminación por plásticos. El caso de nuestro país es uno de ellos: ¿tiene la misma responsabilidad Argentina que Estados Unidos o Alemania? No. ¿Eso le quita responsabilidad a nuestro país? No, y menos aún si dimensionamos la importancia de Argentina en la región y que, por ejemplo, somos uno de los países del G20 lo cual marca una mayor responsabilidad que la media de los más de 170 países que están discutiendo y negociando acá en Francia.
V: ¿Cómo ves a América Latina para la negociación y el cumplimiento del tratado?
M: En América Latina hay miradas muy distintas, lógicamente hay diversos intereses, por ejemplo por la mucha o poca incidencia del sector de los hidrocarburos. Hay países con mayor ambición que otros, y sobre todo, quienes tienen un rol activo en pos de que el proceso avance. El discurso de GRULAC del día de hoy, da la sensación de que fue bastante políticamente correcto y que faltaron enunciados más vehementes que den cuenta de una posición sólida y ambiciosa por parte de la región. Claramente sigue sin haber una narrativa y posicionamiento regional que sea contundente a la hora de las negociaciones y procesos socioambientales.
V: ¿Hay otros grupos regionales activos de manera conjunta en las negociaciones que articulen una posición común?
M: Sí. Estados insulares y países africanos.
V: ¿Hay algo más que te gustaría comentar?
M: Comentario general: los tiempos son lentos, hay demasiada y excesiva burocracia y trabas para avanzar y nunca, pero nunca, los procesos de negociaciones internacionales irán a la par de la urgencia que hay para abordar estás problemáticas. Así como nuestras políticas nacionales en términos socioambientales llegan tarde a las urgencias que vivimos en nuestro país, sigue siendo importante tener políticas nacionales que hagan frente a distintas problemáticas que vivimos. Aún así tenemos que discutir y profundizar en cómo se vienen dando los procesos multilaterales a la hora de discutir y negociar tratados socioambientales. Claro que no podemos poner todas las expectativas en este Tratado (ni en ningún otro) sino que quizás creo que debemos verlo como uno de los caminos a transitar y sobre los cuales incidir en pos de elevar la vara, la ambición y las políticas.
A modo de cierre
Como vemos, las negociaciones aún son incipientes y faltan varios días para determinar con qué resultados se cierra esta cumbre en París. Sin embargo, las problemáticas o limitaciones parecen ser las que ya conocemos para lidiar con la crisis climática multifacética y la contaminación como uno de los problemas socioambientales más urgentes.
El principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas debe aparecer de manera transversal en las negociaciones ya que los países de renta media y baja tuvieron menos incidencia en la generación de la crisis climática que afrontamos hoy. Además, tienen menos recursos para enfrentar sus consecuencias, que afectan a todo el planeta y no comprenden fronteras ni índices económicos.
Además, como sostiene el documento de GRULAC, “la contaminación plástica, que puede ser de naturaleza transfronteriza, tiene consecuencias socioeconómicas y ambientales negativas y desproporcionadas en nuestra región que exige atención inmediata y acción concertada”.
La situación de los plásticos resulta como mínimo angustiante y la falta de consenso en nuestra región para llevar una posición conjunta que sea ambiciosa a las negociaciones, no se corresponde con la gravedad o la urgencia de los problemas a enfrentar.
Aún así, las instancias diplomáticas que se articulan son necesarias para proveer un marco en el cual establecer metas y consensos para la acción política global. Digamos, la diplomacia climática es condición necesaria pero no suficiente para articular soluciones políticas a la crisis socioambiental.
Por último
Esta semana se realizó en Brasil una Cumbre de Presidentes Sudamericanos y Lula fue el Anfitrión. Dejó bastante de qué hablar. Cubrimos mañana en Mate News. Pero en principio les recomiendo esta nota.
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Viole.
Gran edicion. Sumo algo que casi nunca se menciona: la enorme mayoria de la masa de plastico proviene de la industria pesquera (y a su vez sus redes siguen matando continuamente por siglos)... es el principal problema y se nos vende que el problema son los sorbetes. Un anti-pareto.
Hola! Me encantó esta nota. Gran problemática de la que hay que hablar y discutir y visibilizar en voz alta. Dejo un link de un proyecto que se llama The Ocean Cleanup, que se dedica a limpiar los océanos de plástico. Es un flash, da angustia y a la vez alivio ver todas esas toneladas de plástico saliendo del agua. Acá el link: https://theoceancleanup.com/