Picada electoral
El Partido Republicano se deshizo de Biden antes de lo esperado y ahora deben atenerse a las consecuencias.
Saludar. Aquí Biole Weber. Después de algunas semanas agitadas para la política estadounidense, el fin de semana llego la muerte anunciada de la candidatura de Joe Biden. Con un Donald Trump revolucionado después del atentado que le perforó la oreja, todo apunta a que será Kamala Harris, actual vicepresidenta, la que lo enfrentará en noviembre.
Con un mensaje grabado desde la oficina oval, Biden comunicó su decisión anticipada por X (Twitter) y dijo que lo mejor para la nación es dejar su lugar para una generación más jóven, más fresca, para hacer frente a la amenaza de una nueva presidencia de Trump: Biden señala a su vice en funciones. En este newsletter vamos a repasar quién es Kamala Harris y en qué escenario se posiciona como la próxima candidata para la presidencia del Partido Demócrata.
Si bien este es el primer news en un tiempo largo que dedico a este país que los próximos meses tomará más relevancia, si hay varias columnas disponibles de Mate en Vivo en las que abarcamos la carrera electoral en Estados Unidos.
¿Quién es Kamala Harris?
Nacida en Oakland, California en 1964, Harris es política y abogada. Es hija de inmigrantes: su padre es jamaiquino y su madre india, ambos profesores universitarios que tuvieron los medios para darle a Kamala una vida de elite en California. Es decir, su experiencia como hija de migrantes no es la más común.
Kamala fue Fiscal de Distrito en San Francisco y Fiscal General de California antes de ser electa Senadora en 2016 y luego vicepresidenta en 2021, en la formula con Joe Biden. Así se convirtió en la primer mujer y la primera persona negra en ocupar ese rol. Si gana en noviembre, sería la primera mujer en ocupar ese cargo e la historia de Estados Unidos.
Durante la gestión de Biden, Kamala fue encargada discursivamente con el tema migratorio que es central en la política estadounidense. Especialmente desde que los republicanos lo ponen en el centro indiscutible de la agenda. Kamala fue latigada por su labor en el asunto. La tarea concreta que le asignó Biden fue tratar las causas de raíz de la inmigracion ilegal. El objetivo, más que el voto de confianza a la capacidad de Kamala de gestionar el tema, era sacarlo del plato del presidente. Y con esa estrategia evitaron algunos desastres y acusaciones que, inevitablemente, recayeron en Harris. De todas formas, en su recorrido en la gestión de temas de frontera, Kamala siguió una línea mano dura, represiva y racista para con las comunidades negras y latinas. Por eso se la apodó Copala Harris (en referencia a la policía -los cops-) y hasta la zarina de la frontera por sus opositores, incluido el mismisimo Donald Trump.
Recaudación para MATE
En Mate se viven escenas de autogestión extrema. Si te gusta lo que hacemos, tu aporte es imprescindible. Financiá la cobertura en Mate. Bancá este Newsletter y todos nuestros contenidos.
Sobre las cartas, la mesa.
En cuanto al programa de gobierno, podríamos decir que Kamala Harris es más progresista que Biden en términos sociales pero también económicos. Durante los últimos años habló en reiteradas ocasiones sobre subir impuestos a los más ricos y aumentar inversiones en vivienda. También propuso otorgar beneficios fiscales para trabajadores. El eje de sus propuestas, dice, es no dejar atrás a la clase media perjudicada por la agenda comercial de Trump en el marco de la guerra con China y la Reforma Fiscal de 2017 que benefició a los más opulentos.
Durante los últimos años, Harris abordó temas clave en la agenda social: Propuso avanzar en la sanidad universal y en cada discurso menciona su interés por proteger la salud sexual reproductiva y el derecho a las mujeres de decidir sobre sus cuerpos, en relacion al aborto. Este es un tema que se intensificó en la agenda del Partido Demócrata desde la anulación del fallo Roe vs Wade por parte de la Corte Suprema:
“Quienes creemos en la libertad reproductiva, haremos lo posible para tumbar los vetos extremos de Trump . Confiamos en que las mujeres son capaces de tomar decisiones sobre su propio cuerpo y no creemos en que su Gobierno les diga lo que tienen que hacer”
Además, durante su gestión como senadora por California, apoyó una ley para que las universidades públicas sean gratis y hasta cubran vivienda, comida y transporte para los estudiantes que no pueden costearlo.
Kamala propone continuidad en la agenda internacional en relación a la gestión de Biden. Pareciera llevar la misma línea excepto por cuestiones ambientales, donde quizás estaría dispuesta a jugársela un poco más. Pero no mucho, que no olvidemos que estamos hablando de Estados Unidos. A lo largo de su vida en la política, Harris creó una Oficina de Justicia Medioambiental y como senadora impulsó el Green New Deal. Persiguió a algunas empresas contaminantes y hasta llegó a abogar por el fin del extractivismo, algo de lo que se retractó en uno de los debates vicepresidenciales de la elección pasada. Queda por ver qué de esto se podría traducir en medidas concretas en caso de que llegue a la Oficina Oval.
En resumen, Kamala no es un personaje tan fácil de descifrar. Su procedencia inmigrante no parece formar parte de la decisión sobre cómo abordar temas de frontera. Algo que podría ser un arma de doble filo en una campaña polarizada y definida por los votos de los estados péndulo del Midwest. ¿Tiene chances de ganar?
Tomar partido
Con un recorrido de lealtad con Joe Biden y el Partido Demócrata en general, Kamala parece haberse ganado el lugar en la potencial candidatura. Su campaña juntó 100 millones de dólares en poquísimos días desde la baja de Biden.
Si bien aún falta que el partido oficialice su candidatura, otros demócratas que sonaban para posibles candidatos ya expresaron su apoyo a la vice, que va sumando porotos cada vez más grandes dentro del partido. Específicamente el californiano Gavin Newsom y el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro. Ahora, la puja interna parece ser por quién acompañará a Kamala en la fórmula. Todas estas cuestiones se irán resolviendo en las próximas semanas, de cara a la Convención Demócrata de agosto en Chicago. A poco más de tres meses de los comicios, la burocracia parece ir contrareloj para los demócratas.
El ring
Los republicanos no tardaron en despreciar la potencial candidatura de Kamala, a quien consideran una asesina de bebés. Esta semana Donald Trump dejó este clip muy misógino, que se convirtió en un spot demócrata orientado a las mujeres.
Finalizada la Convención Republicana en Milwaukee, los abogados republicanos se preparan para desplegar todo tipo de herramientas jurídicas que le impidan a Harris usar el financiamiento recolectado por Joe Biden para su propia campaña. Ya lo avisaron desde el momento cero.
El reacomodamiento del Partido Demócrata reinicia la campaña electoral y devuelve a sus seguidores un aire de alivio y recomposición: Había quedado claro que Biden no podía ser el candidato.
La narrativa de fortaleza vs debilidad, que articuló y articula la campaña republicana, no está contenta con este cambio de candidatos: Para ellos era mucho más facil vencer a Biden que a Kamala, incluso cuando el intento de asesinato a Donald Trump martirizó al candidato en un episodio que pareció definir las elecciones cuatro meses antes.
Pero ahora no parece estar todo dado. Y aunque Kamala para nada tiene el triunfo asegurado, la disputa entre los candidatos puede ser ardua para ambos.
Como siempre, la decisión recae sobre los swing states o Estados péndulo, que son los que no parecen tener el voto defindio de ante mano, como pasa en los demás Estados. La estrategia de Trump es posicionar a J. D. Vance para la vicepresidencia: un falso vocero de los trabajadores blancos rurales, que hizo su fortuna en Sillicon Valley. Por su parte, los demócratas apuestan por el voto latino, negro y de las mujeres. Un voto para el que Kamala puede ser una mejor candidata, aunque sus antecedentes con temas migratorios pueden jugarle en contra. Sin embargo, son esos mismos recorridos de mano dura los que podrían jugarle a favor a los ojos de votantes dudosos que no se identifican con la política extremista de Trump pero tienen una visión antimigratoria basada en la defensa de la identidad nacional. En este sentido decía antes que puede ser un arma de doble filo.
Mientras tanto, Donald Trump cristaliza su liderazgo de manera personalista y cada vez mas alejada del partido: Como cuenta Juan Elman en su newsletter sobre la Convención Republicana, el merch trumpista tiene casi nulas referencias al Partido Republicano. En este escenario, mientras Kamala Harris parece ser una candidata apoyada en su partido, Donald Trump parece ser un candidato apoyado a pesar su partido.
Mate es un medio autogestivo que depende de tus aportes, sean por única vez o con una suscripción mensual, en somosmate.ar
Actualidad y chistecitos en Youtube.
Además tenemos otro Newsletter:
Picnic Sideral: Conspiraciones, subsuelos de la internet, misticismo, historia, política y otros delirios de la mano de Santiago Martínez Cartier. Viernes por medio en tu mail. Suscribite acá.
Y si este te gustó compartilo en tus redes.
Ah! Seguinos, suscribite, danos like. Estamos en Instagram, Twitter, Tiktok, Twitch, Youtube y sí, también Facebook. Más instrucciones que la Macarena.
Te queremos. Por esto y por todo, gracias.
Biole.