Pan para hoy, hambre para mañana
Cuando el Estado no protege nuestros recursos naturales y a quienes los defienden. En el día del sobregiro ecológico.
Saludar amiguis. Hoy es el día del sobregiro ambiental. Les propongo charlar un popurrí de temas que me surgen cuando pienso en el horno en el que estamos literal y figurativamente. Empezamos con unas actualizaciones sobre Jujuy. Porque si vamos a hablar de recursos naturales, empecemos por los de casa.
¿Sabes lo que es el sobregiro ambiental? Te lo contamos acá.
Además, ayer fue el Dia de la Pachamama. También fue el comienzo de agosto más caluroso de los últimos 117 años.
Hoy nos consumimos todos los recursos que la tierra puede producir en un año. Así que hablemos de recursos naturales de nuestro país.
¿Los recursos para la transición?
Los límites del extractivismo
Hace algunas semanas hablamos en este newsletter del litio de Jujuy, en el marco de la represión de las protestas en contra de la Reforma Constitucional que del gobierno de Gerardo Morales -candidato a vicepresidente de Horacio Rodríguez Larreta- en Jujuy.
Si bien las noticias de la represión pararon, siguen las denuncias de violaciones a los derechos humanos que cubre mi compañera Agustina Colombo en este newsletter, también de Mate.
Los cortes de ruta tampoco pararon. Los llevan adelante las poblaciones indígenas que habitan los territorios en los cuales se explota el litio y otros recursos naturales. Actividades que requieren enormes volúmenes de agua y que secan los ríos y cuencas de las poblaciones locales.
La semana pasada, ante la falta de respuesta del gobierno (nacional o provincial), decidieron emprender a Buenos Aires en el denominado “Tercer Malón”. Piden por el respeto a los derechos humanos y la protección de los recursos naturales. Dos cosas que el Estado debe proteger y que la Constitución de Morales no solo desconoce sino que además pone a merced de los intereses del capital. Intereses que no comprenden los límites de la tierra y de las personas.
Ayer, como decíamos Día de la Pacha, los manifestantes llegaron a Buenos Aires y marcharon hacia Tribunales -para pedir que la Corte Suprema se expida sobre la inconstitucionalidad de la Reforma de Morales- y hacia el Congreso Nacional -para pedir que se sancione la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena y establezca la intervención federal de la provincia de Jujuy por la violencia institucional, persecución y detención de manifestantes durante y después de la represión en las protestas contra la Reforma Constitucional.
Llegaron desde distintas comunidades: Susques, La Quiaca, Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara y Pueblo Tilián. Cuentan con la adhesión de las comunidades indígenas de todo el país como los collas de Salta, los wichis y el pueblo mapuche.
Además, participó del encuentro el hermano de Santiago Maldonado, Sergio, a 6 años de su desaparición y muerte en el marco de la represión de una protesta de la comunidad mapuche en Chubut. Sergio habló del estancamiento de la causa en manos del Juez federal Gustavo Lleral, archivada desde 2018. Para más información sobre el caso, te recomiendo esta nota.
MATE SUSTENTABLE
Ya sabés que para poder hacer este trabajo necesitamos tu dinero, si no vamos a tener que actualizar Linkedin, mandar a imprimir unos CVs, comprar folios y dejarlos en cuanta oficina hallemos. Y en ese caso no podríamos hacer estos maravillosos contenidos. Así que es cuestión trascendental que pongas algo de biyuya en somosmate.ar.
De las comunidades a la capital
Desde hace un tiempo que vengo charlando con amigos y colegas sobre la concepción que tenemos del ambientalismo y la lucha por la justicia ambiental. Identifico dos narrativas: por un lado la cuestión ambiental como una preocupación de chetos, de los que ya tienen resuelto el pan del día y la vivenda. De los que pueden cambiar su dieta y comprar exclusivamente alimentos agroecológicos que son más caros.
Por otro lado identifico aquella narrativa que propone que el ambientalismo, el cuidado de la pacha, son temas de la agenda de las comunidades indígenas. Como si la lucha por un ambiente sano tuviera que ver con un apego casi irracional al territorio del que el mundo occidental moderno se diferencia cada vez más.
En esta narrativa, se contrapone el ambientalismo al desarrollo como si no pudiera haber industrialización sustentable o como si fuera intrínsecamente dañino avanzar en desarrollar el país.
En ambos casos, no se comprende la crisis ambiental como una problemática transversal que afecta directamente nuestras vidas. Las de todxs lxs que vivimos en la tierra. Pensemos un poco más en estos discursos.
Ambientalismo popular
Al adentrarse en la cuestión ambiental se vuelve evidente, por los informes científicos y la realidad material que vemos todos los días -el calor en invierno, la sequía, los incendios forestales, etc-, que el impacto del cambio climático y la crisis ambiental se vuelven cada vez más tangibles. Pero quienes lo sufren primero (y lo sufren más) son las poblaciones más carenciadas. Algunos ejemplos son las personas que no tienen acceso a una vivienda digna para refugiarse del clima o a una alimentación saludable.
Pensar que el ambientalismo es una cosa de chetos es ignorar que al final del día, la clase alta amortigua los impactos del cambio climático en sus vidas con aires acondicionados, productos agroecológicos, ropa apta para todos los climas y casas acondicionadas para todo tipo de temperaturas y fenómenos climáticos. Y en el camino emiten una cantidad absurda de gases de efecto invernadero. Una vez más las carencias de los pobres subsidian el modo de vida de los más acomodados.
Necesitamos políticas públicas enfocadas en un ambientalismo popular que cuestione los impactos ambientales de nuestras actividades y que promueva la economía circular y el consumo a productores locales. Pero también que compense a las víctimas de las consecuencias del cambio climático. El problema de la vivienda se vuevle aún más desolador cuando pensamos en un mundo con climas cada vez más extremos.
Pero estos temas no aparecen en la agenda de los políticos que representan a los partidos mayoritarios. Al menos no en la Argentina.
Ambientalismo indígena
En un mundo que aún en el marco de la transición ecológica, se mueve por la minería, debemos pensar en las personas que habitan los territorios de donde se explotan los minerales. Cómo se realizan las actividades extractivas impacta de manera directa en la vida de las poblaciones locales.
Estos territorios se llaman zonas de sacrificio: se explotan de manera indiscriminada para la extracción de recursos naturales. Se las llama de esa manera porque, bajo la narrativa del Estado, se beneficia el país entero de las divisas que se obtienen a partir de la exportación de esos recursos.
Sin embargo, las divisas nunca llegan -o mejor dicho, nunca se redistribuyen- y la industrialización tampoco. Las comunidades locales deben asumir una peor calidad de vida sin ser recompensados ni indemnizados. Y en cambio, como pasa en Jujuy, son reprimidos, perseguidos y criminalizados en su lucha.
Asumir el problema
Estas narrativas, normalizan una postergación constante de la agenda ambiental, que nunca se incorpora de manera transversal a los programas de gobierno, excepto por algunos casos muy específicos en la América Latina contemporánea. Me refiero a los casos de Gustavo Petro en Colombia, pero sobre todo a Lula da Silva en Brasil. Lula asume la problemática y busca palearla. Pero también entiende que la naturaleza contiene y produce una cantidad inmensurable de valor. Lula entiende que la Amazonía debe ser protegida, sanada y reivindicada para poder seguir produciendo.
Y ahora ¿Qué hacemos?
La búsqueda entonces, al menos en mi caso, es por romper con las concepciones tradicionales del medioambiente como algo inerte y ajeno, que podemos modificar a gusto y piacere. En cambio, pensar la naturaleza como un entorno que modificamos y nos modifica. La naturaleza y la vida en sociedad se co-constituyen.
En este marco, aparece la dicotomía entre el cambio individual y el colectivo, pero se desdibuja en la medida en la que al pensarnos como parte de la naturaleza, los hábitos de consumo se cuestionan más allá del impacto a gran escala. Se busca hacer compost, separar la basura, evitar ciertos plásticos y tener una forma de consumo más consciente. No porque tengamos la culpa, ni mucho menos porque pensemos que así se soluciona. Sino porque se siente mejor dejar una huella más chica. Dentro de las posibilidades de la realidad material propia, claro.
Lamentablemente, no podemos romper todo y hacerlo desde cero. Tejer un cambio cultural es cambiar los hábitos, pero también es charlar con amiguis y familia al respecto, es interesarse por las noticias sobre estos temas, es repudiar una empresa o un gobierno que atenta contra la protección del ambiente y las personas, es militar en una organización ambientalista, es ir a una limpieza del río o plantar tus propios morrones. Es pensar de dónde viene lo que consumimos y hacia donde va después de que lo tiramos a la basura. Es pedir políticas públicas que estén a la altura del problema, escuchar a quienes viven en los territorios en disputa, pensar las implicancias de nuestras actividades económicas y llamarse a la reflexión.
Otra cosa que charlé con amiguis: el giro eco territorial o ecológico, puede pensarse como el giro feminista. Una vez que unx ve las problemáticas como estructurales y reproducidas por las esferas de poder, no puede dejar de verlas. Si no te incomoda una banana en una bandejita de Telgopor envuelta en film, no se qué hacés leyendo este newsletter. Pero no te vayas. Estás a tiempo de hacer el clic.
Siento que este newsletter salió medio caótico. Y que quedan cosas afuera; como la diplomacia ambiental, la responsabilidad histórica del Norte Global de la problemática o las implicancias de un modelo económico basado en la exportación de materias primas. Así de caótica es mi cabeza cuando pienso en estos temas. Espero sus comentarios y mensajes para debatir y pensar juntes desde donde estamos y hacia donde vamos.
Para profundizar
Geopolítica de los minerales de la transición energética. Lula pone sobre la mesa de negociación el valor de la Amazonía
Políticas de Lula: protección de la Amazonía
Sequía en Uruguay: los problemas de fondo.
Ecuador: La Corte Constitucional admite la denuncia de la CONAIE contra un decreto de Guillermo Lasso sobre minería.
Explotación de Litio en Argentina.
Quién financia la mitigación al cambio climático
El Acuerdo de Escazú: un acuerdo latinoamericano para la protección del ambiente y quienes lo defienden.
Discurso ambientalista de Petro en la ONU
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Viole.
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